Es recomendable crear esquemas armónicos basados en los antiguos matices de minerales, piedras, y suelos ya que los colores de la tierra son parte de nuestro ambiente natural y generan un perfecto fondo para el living cotidiano. También son muy usados en el estilo toscano. Los tonos tranquilos de los colores de la tierra, a la vez que delimitan espacios, derivan de pigmentos encontrados naturalmente en el suelo y se dice que es uno de los colores de la felicidad. Estos marrones castaños, terracotas, y amarillos ocres pertenecen todos al mismo rango tonal por lo que al combinarlos se crea una perfecta armonía.
Colores tierra en decoración
El marrón es el color central de la escala, en primer lugar puesto que es un color puro y en segundo lugar ya que es creador de una enorme diversidad de matices sutiles, mezclas con rojo, amarillo o verde que producen colores denominados rojo ladrillo, naranja quemado, marrón mostaza o khaki. Añádele, especialmente a las paredes, a esto todas las delicadas tonalidades de beiges y cremas creadas por la mezcla de cal o tiza, y los tonos sombríos de hollín y carbón, y la fuerza e importancia de este color se hace evidente. Estos son matices que han conformado la paleta básica de la vida de cualquier cultura de este mundo, y fueron usados desde en los sofisticados murales romanos, hasta las pinturas guerreras aborígenes y en las alfarerías celtas.
En general, las habitaciones decoradas con tonos tierra brindan un cálido sentimiento de bienvenida y una sensación de intemporalidad. Ello se debe a que estos son colores que nuestros ojos reconocen como amigos familiares. Así que si estos son los colores que te gustan no tengas miedo en usarlos puesto que la reacción será en todos los casos faborable al ciento porciento.
Colores tierra en decoración
El marrón es el color central de la escala, en primer lugar puesto que es un color puro y en segundo lugar ya que es creador de una enorme diversidad de matices sutiles, mezclas con rojo, amarillo o verde que producen colores denominados rojo ladrillo, naranja quemado, marrón mostaza o khaki. Añádele, especialmente a las paredes, a esto todas las delicadas tonalidades de beiges y cremas creadas por la mezcla de cal o tiza, y los tonos sombríos de hollín y carbón, y la fuerza e importancia de este color se hace evidente. Estos son matices que han conformado la paleta básica de la vida de cualquier cultura de este mundo, y fueron usados desde en los sofisticados murales romanos, hasta las pinturas guerreras aborígenes y en las alfarerías celtas.
En general, las habitaciones decoradas con tonos tierra brindan un cálido sentimiento de bienvenida y una sensación de intemporalidad. Ello se debe a que estos son colores que nuestros ojos reconocen como amigos familiares. Así que si estos son los colores que te gustan no tengas miedo en usarlos puesto que la reacción será en todos los casos faborable al ciento porciento.
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